Por Tito Paredes, CEMAA
«La palabra de Dios se hizo hombre: se aculturizó, puesto que el hombre es un ser cultural. Así se pone Dios al alcance de los hombres. Consecuentemente, no es posible ni entender ni comunicar el evangelio sin referencia a la cultura.»(2)
Tuve el privilegio y gozo de conocer a René Padilla y escucharlo por primera vez en la consulta continental de la FTL sobre el Reino de Dios, realizada en el Seminario Evangélico de Lima en 1972. Desde entonces comencé, a conocerlo y leerlo juntamente con los otros líderes fundadores de la FTL. En ese entonces, yo estaba estudiando tanto en la Universidad de California en Los Angeles (antropología) como en el Seminario Teológico Fuller de Pasadena, California, donde el movimiento de Iglecrecimiento estaba en auge bajo el liderazgo de Donald McGavran y con el apoyo entusiasta de Peter Wagner. Pronto mi atención se volcó a los escritos de René sobre este debate con Iglecrecimiento; René fue un crítico agudo de este movimiento, basando sus argumentos en un acercamiento bíblico teológico, en el cual él era muy versado. Un ejemplo lúcido de esta reflexión es su artículo «La unidad de la iglesia y el principio de las unidades homogéneas» (3). Este debate misiológico sobre el crecimiento de la iglesia fue muy rico y fructífero, y contribuyó decididamente, en mi opinión, al desarrollo de la visión y misión integral de la iglesia que Samuel Escobar había también iniciado a través de su famosa ponencia sobre la responsabilidad social de la iglesia en el CLADE I, en Bogotá, Colombia en 1969. (4)
Durante la década del 80 al 90, la influencia del movimiento de la FTL sobre misión integral influyó el ser y quehacer del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP). Varios de los directivos del CONEP eran miembros de la FTL. Por otro lado, la realización del CLADE II en Lima, Perú, con la participación del CONEP contribuyó a que los nexos FTL-CONEP se solidificaran, no necesariamente institucionalmente, pero si en términos de la visión de llevar y comunicar todo el evangelio a todos los pueblos en y desde América Latina. En esta década, se agudiza la guerra con Sendero Luminoso, afectando a cientos de creyentes campesinos en las zonas rurales, dejando huérfanos a muchas familias y forzando migraciones a la ciudad. Esta confrontación con la realidad forzó a CONEP e iglesias a tomar en cuenta una respuesta concreta dentro de la visión y misión de la misión integral. También a hacer una lectura similar desde las comunidades quechua-hablantes postergadas y marginadas por siglos, y en esa década violentadas tanto por el grupo terrorista Sendero Luminoso y en muchos casos por las FFAA del Perú. CONEP estableció un comité ad hoc Paz y Esperanza para apoyar los esfuerzos de apoyo a familias desamparadas por esta violencia y también a luchar por los DD. HH. de personas inocentemente acusadas de terrorismo.
Si mal no recuerdo, a partir de 1984, siendo parte del comité directivo de la FTL y René, recientemente elegido secretario general, reemplazando a Pedro Savage, y Rolando Gutiérrez, presidente, trabajamos cercanamente en la planificación del CLADE III, cuyo lema era “todo el evangelio para todos los pueblos en y desde América Latina”. Recuerdo su sencillez, sus agudas observaciones y amistad expresada a todos los miembros del Comité Directivo de la FTL. CLADE III, fue un hito importante que René lidero juntamente con el Comité Directivo. El CLADE III logró un nivel de diálogo e interacción entre los sectores ecuménicos asociados con el CMI, como el CLAI y los sectores más conservadores como CONELA asociados con la asociación evangelística Luis Palau. Las ideas y reflexión de René eran fuertes y vigorosas, pero siempre estaba dispuesto a conversar y no perder la amistad por más que uno no estuviera de acuerdo con él.
Durante la década del 90, cuando yo asumí la secretaria general de la FTL en 1992, además de nombrar a los secretarios regionales del continente, le pedí a René que continúe apoyándonos como secretario de publicaciones, función que él aceptó gustoso. Esto nos permitió continuar trabajando juntos hasta cuando yo deje la secretaria general en el 2004. Durante la década del 90 hasta el 2004, las oficinas de la FTL estuvieron en el CEMAA en Lima, Perú, donde funcionaba la Facultad «Orlando E. Costas». René juntamente con Cathy nos visitaron varias veces, dictando conferencias y cursos sobre la misión integral de la iglesia. Cathy participó en varias ocasiones en retiros de discipulado de mujeres de nuestro programa FEBE. En numerosas oportunidades, René y Cathy estuvieron en nuestra casa cuando nuestros hijos eran niños. Era muy simpático ver cómo René trataba de conectarse con nuestros hijos conversando con ellos y haciéndoles algunas preguntas amenas y chistosas. Por ejemplo, él le preguntaba a uno de los varones si le gustaba las flores. Mi hijo contestaba que sí. Entonces, René hacia el ademán con su mano de disparar como una pistola, haciendo el ruido, ¡pum y pum y luego sonriendo les decía «pues las tendrás!» y por supuesto todo se mataban de risa.
Al iniciar su programa de maestría en misiología-teología en 1991, la facultad “Orlando E. Costas” del CEMAA se constituyó en un semillero y promotor de la misión integral de la FTL, y cuyo articulador en particular fue René. Los escritos de René particularmente Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia (5), entre otros, vinieron a hacer textos de obligada lectura y consulta para los varios cursos que se dictaban. Por ejemplo, en mi curso de Antropología y Misión, que buscaba una integración de reflexión antropológica y teológica, era obligatorio leer artículos como «Ciencias sociales y compromiso Cristiano» (6), «la contextualización del evangelio», «el evangelio y la evangelización», «Misión Integral», «La misión de la iglesia a la luz del Reino de Dios» entre muchos otros.
Juntamente con Cathy Padilla y colegas profesores(as) del CEMAA también se buscó contribuir a un tratamiento justo y más igualitario entre hombres y mujeres. Recuerdo que en el CONEP tuvimos conferencias públicas sobre lo que la biblia enseña sobre este tema. Los escritos de Cathy Padilla al respecto eran de lectura obligatoria en cursos del CEMAA y en el programa de discipulado de la mujer FEBE, donde Cathy participó en varias ocasiones. Los artículos de Cathy: «La relación hombre-mujer en perspectiva cristiana»(7) y «El ministerio de la mujer en la iglesia», entre otros, contribuyeron a este fin. René y Cathy siempre juntos apoyando la tarea de reflexión bíblica y la misión integral en varios espacios además de la FTL.
Otro espacio más global en el cual tuve el privilegio de participar con René Padilla fue INFEMIT (Internacional fellowship of mission theologians). Este organismo fue creado por las fraternidades teológicas de América Latina, Fraternidad Teológica del África y Fraternidad Teológica del de Asia. Fue un esfuerzo de reflexión y articulación de la misión integral. Un ministerio que se deriva de INFEMIT es el «Oxford center for mission studies», el cual fue un vehículo para ofrecer y apoyar entrenamiento de alto nivel, de posgrado, a líderes del mundo de los dos tercios. La FTL participó de su fundación. Varios de nuestros líderes latinoamericanos como Darío López, Israel Ortiz, Dinora Méndez entre otros pasaron por esas aulas. INFEMIT realizó consultas mundiales sobre temas de Misión Integral orientados al mundo de los dos tercios. René contribuyó a estas consultas y esfuerzos globales.
Para ir concluyendo este pequeño testimonio, hay que decir que lo que uno más aprecia de René es su consecuencia de vivir su fe y convicciones cristianas. Con todos los estudios y su brillante carrera académica hubiera podido estar muy cómodamente establecido enseñando y haciendo investigación en algún seminario o universidad de prestigio en Europa o Norteamérica. Él optó por regresar a América Latina y vivir aquí el resto de su vida. El compromiso y compañía de Cathy en esta opción de vida fue fundamental. Por todo esto y más doy gracias a Dios por la vida y ministerio de René y también Cathy, quienes como seguidores de Jesús también modelaron y se constituyeron como ejemplos de discípulos de Jesucristo en y desde nuestra América Latina.
Concluyo con una cita de René que uso mucho en mis clases de Antropología y Misión: «Cada cultura hace posible un enfoque del evangelio que trae a la luz ciertas aristas del mismo que en otras culturas pueden haber permanecido menos visibles o aún ocultas. Vistas desde esta perspectiva, las diferencias culturales que tanto obstaculizan las comunicaciones resultan ser ventaja para la comprensión de la multiforme sabiduría de Dios: sirven como canales de expresión de aspectos de la verdad del evangelio que la teología atada a una sola cultura puede pasar por alto con demasiada frecuencia.»(8) ♦
Notas:
- El CEMAA es una institución que nació en el seno de la FTL en la consulta de Itaicí, Brasil en 1977, concretándose su inicio ese mismo año en la consulta de Huampaní, Lima, Perú sobre la comunicación del evangelio a los pueblos quechuas.
- Padilla 1986:81
- Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia, Nueva Creación, 1986:136-163.
- Congreso Latinoamericano de evangelización (CLADE I) Bogotá, Colombia, 1969.
- Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia, Nueva Creación, 1986, Grand Rapids-Buenos Aires.
- «Ciencias Sociales y Compromiso Cristiano» en Boletín Teológico – Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) N° 31, septiembre 1988, Buenos Aries – Argentina.
- Catalina F. de Padilla; El ministerio de la mujer en la Iglesia. Revista Encuentro y Diálogo. ASIT Nº 8; 2ª Edición; Buenos Aires – Argentina; Año 1991:93 – 105. (Antología o compendio de lecturas).
Catalina F. de Padilla; «La relación Hombre-Mujer en perspectiva cristiana», CLADE IV: Congreso Latinoamericano de Evangelización. Quito – Ecuador 2 al 9 de septiembre de 2000. PANEL. Ediciones KAIROS – Buenos Aires – Año 2002: 9 – 30. - Ibíd. p. 86
.“La palabra de Dios se hizo hombre: se aculturizó, puesto que el hombre es un ser cultural. Así se pone Dios al alcance de los hombres. Consecuentemente, no es posible ni entender ni comunicar el evangelio sin referencia a la cultura.”(2)
Tuve el privilegio y gozo de conocer a René Padilla y escucharlo por primera vez en la consulta continental de la FTL sobre el Reino de Dios, realizada en el Seminario Evangélico de Lima en 1972. Desde entonces comencé, a conocerlo y leerlo juntamente con los otros líderes fundadores de la FTL. En ese entonces, yo estaba estudiando tanto en la Universidad de California en Los Angeles (antropología) como en el Seminario Teológico Fuller de Pasadena, California, donde el movimiento de Iglecrecimiento estaba en auge bajo el liderazgo de Donald McGavran y con el apoyo entusiasta de Peter Wagner. Pronto mi atención se volcó a los escritos de René sobre este debate con Iglecrecimiento; René fue un crítico agudo de este movimiento, basando sus argumentos en un acercamiento bíblico teológico, en el cual él era muy versado. Un ejemplo lúcido de esta reflexión es su artículo “La unidad de la iglesia y el principio de las unidades homogéneas” (3). Este debate misiológico sobre el crecimiento de la iglesia fue muy rico y fructífero, y contribuyó decididamente, en mi opinión, al desarrollo de la visión y misión integral de la iglesia que Samuel Escobar había también iniciado a través de su famosa ponencia sobre la responsabilidad social de la iglesia en el CLADE I, en Bogotá, Colombia en 1969. (4)
Durante la década del 80 al 90, la influencia del movimiento de la FTL sobre misión integral influyó el ser y quehacer del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP). Varios de los directivos del CONEP eran miembros de la FTL. Por otro lado, la realización del CLADE II en Lima, Perú, con la participación del CONEP contribuyó a que los nexos FTL-CONEP se solidificaran, no necesariamente institucionalmente, pero si en términos de la visión de llevar y comunicar todo el evangelio a todos los pueblos en y desde América Latina. En esta década, se agudiza la guerra con Sendero Luminoso, afectando a cientos de creyentes campesinos en las zonas rurales, dejando huérfanos a muchas familias y forzando migraciones a la ciudad. Esta confrontación con la realidad forzó a CONEP e iglesias a tomar en cuenta una respuesta concreta dentro de la visión y misión de la misión integral. También a hacer una lectura similar desde las comunidades quechua-hablantes postergadas y marginadas por siglos, y en esa década violentadas tanto por el grupo terrorista Sendero Luminoso y en muchos casos por las FFAA del Perú. CONEP estableció un comité ad hoc Paz y Esperanza para apoyar los esfuerzos de apoyo a familias desamparadas por esta violencia y también a luchar por los DD. HH. de personas inocentemente acusadas de terrorismo.
Si mal no recuerdo, a partir de 1984, siendo parte del comité directivo de la FTL y René, recientemente elegido secretario general, reemplazando a Pedro Savage, y Rolando Gutiérrez, presidente, trabajamos cercanamente en la planificación del CLADE III, cuyo lema era “todo el evangelio para todos los pueblos en y desde América Latina”. Recuerdo su sencillez, sus agudas observaciones y amistad expresada a todos los miembros del Comité Directivo de la FTL. CLADE III, fue un hito importante que René lidero juntamente con el Comité Directivo. El CLADE III logró un nivel de diálogo e interacción entre los sectores ecuménicos asociados con el CMI, como el CLAI y los sectores más conservadores como CONELA asociados con la asociación evangelística Luis Palau. Las ideas y reflexión de René eran fuertes y vigorosas, pero siempre estaba dispuesto a conversar y no perder la amistad por más que uno no estuviera de acuerdo con él.
Durante la década del 90, cuando yo asumí la secretaria general de la FTL en 1992, además de nombrar a los secretarios regionales del continente, le pedí a René que continúe apoyándonos como secretario de publicaciones, función que él aceptó gustoso. Esto nos permitió continuar trabajando juntos hasta cuando yo deje la secretaria general en el 2004. Durante la década del 90 hasta el 2004, las oficinas de la FTL estuvieron en el CEMAA en Lima, Perú, donde funcionaba la Facultad “Orlando E. Costas”. René juntamente con Cathy nos visitaron varias veces, dictando conferencias y cursos sobre la misión integral de la iglesia. Cathy participó en varias ocasiones en retiros de discipulado de mujeres de nuestro programa FEBE. En numerosas oportunidades, René y Cathy estuvieron en nuestra casa cuando nuestros hijos eran niños. Era muy simpático ver cómo René trataba de conectarse con nuestros hijos conversando con ellos y haciéndoles algunas preguntas amenas y chistosas. Por ejemplo, le preguntaba a uno de los varones si le gustaba las flores y él contestaba que sí y René hacia el ademán con su mano de disparar a ellos una pistola, haciendo el ruido, ¡pum y pum y luego sonriendo les decía “pues las tendrás!” y por supuesto todo se mataban de risa.
Al iniciar su programa de maestría en misiología-teología en 1991, la facultad “Orlando E. Costas” del CEMAA se constituyó en un semillero y promotor de la misión integral de la FTL, y cuyo articulador en particular fue René. Los escritos de René particularmente Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia (5), entre otros, vinieron a hacer textos de obligada lectura y consulta para los varios cursos que se dictaban. Por ejemplo, en mi curso de Antropología y Misión, que buscaba una integración de reflexión antropológica y teológica, era obligatorio leer artículos como “Ciencias sociales y compromiso Cristiano” (6), “la contextualización del evangelio”, “el evangelio y la evangelización”, “Misión Integral”, “La misión de la iglesia a la luz del Reino de Dios” entre muchos otros.
Juntamente con Cathy Padilla y colegas profesores(as) del CEMAA también se buscó contribuir a un tratamiento justo y más igualitario entre hombres y mujeres. Recuerdo que en el CONEP tuvimos conferencias públicas sobre lo que la biblia enseña sobre este tema. Los escritos de Cathy Padilla al respecto eran de lectura obligatoria en cursos del CEMAA y en el programa de discipulado de la mujer FEBE, donde Cathy participó en varias ocasiones. Los artículos de Cathy: “La relación hombre-mujer en perspectiva cristiana”(7) y “El ministerio de la mujer en la iglesia”, entre otros, contribuyeron a este fin. René y Cathy siempre juntos apoyando la tarea de reflexión bíblica y la misión integral en varios espacios además de la FTL.
Otro espacio más global en el cual tuve el privilegio de participar con René Padilla fue INFEMIT (Internacional fellowship of mission theologians). Este organismo fue creado por las fraternidades teológicas de América Latina, Fraternidad Teológica del África y Fraternidad Teológica del de Asia. Fue un esfuerzo de reflexión y articulación de la misión integral. Un ministerio que se deriva de INFEMIT es el “Oxford center for mission studies”, el cual fue un vehículo para ofrecer y apoyar entrenamiento de alto nivel, de posgrado, a líderes del mundo de los dos tercios. La FTL participó de su fundación. Varios de nuestros líderes latinoamericanos como Darío López, Israel Ortiz, Dinora Méndez entre otros pasaron por esas aulas. INFEMIT realizó consultas mundiales sobre temas de Misión Integral orientados al mundo de los dos tercios. René contribuyó a estas consultas y esfuerzos globales.
Para ir concluyendo este pequeño testimonio, hay que decir que lo que uno más aprecia de René es su consecuencia de vivir su fe y convicciones cristianas. Con todos los estudios y su brillante carrera académica hubiera podido estar muy cómodamente establecido enseñando y haciendo investigación en algún seminario o universidad de prestigio en Europa o Norteamérica. Él optó por regresar a América Latina y vivir aquí el resto de su vida. El compromiso y compañía de Cathy en esta opción de vida fue fundamental. Por todo esto y más doy gracias a Dios por la vida y ministerio de René y también Cathy, quienes como seguidores de Jesús también modelaron y se constituyeron como ejemplos de discípulos de Jesucristo en y desde nuestra América Latina.
Concluyo con una cita de René que uso mucho en mis clases de Antropología y Misión:“Cada cultura hace posible un enfoque del evangelio que trae a la luz ciertas aristas del mismo que en otras culturas pueden haber permanecido menos visibles o aún ocultas. Vistas desde esta perspectiva, las diferencias culturales que tanto obstaculizan las comunicaciones resultan ser ventaja para la comprensión de la multiforme sabiduría de Dios: sirven como canales de expresión de aspectos de la verdad del evangelio que la teología atada a una sola cultura puede pasar por alto con demasiada frecuencia.”(8) ♦
Notas:
- El CEMAA es una institución que nació en el seno de la FTL en la consulta de Itaicí, Brasil en 1977, concretándose su inicio ese mismo año en la consulta de Huampaní, Lima, Perú sobre la comunicación del evangelio a los pueblos quechuas.
- Padilla 1986:81
- Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia, Nueva Creación, 1986:136-163.
- Congreso Latinoamericano de evangelización (CLADE I) Bogotá, Colombia, 1969.
- Misión Integral: Ensayos sobre el Reino y la iglesia, Nueva Creación, 1986, Grand Rapids-Buenos Aires.
- «Ciencias Sociales y Compromiso Cristiano» en Boletín Teológico – Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) N° 31, septiembre 1988, Buenos Aries – Argentina.
- Catalina F. de Padilla; El ministerio de la mujer en la Iglesia. Revista Encuentro y Diálogo. ASIT Nº 8; 2ª Edición; Buenos Aires – Argentina; Año 1991:93 – 105. (Antología o compendio de lecturas).
Catalina F. de Padilla; «La relación Hombre-Mujer en perspectiva cristiana», CLADE IV: Congreso Latinoamericano de Evangelización. Quito – Ecuador 2 al 9 de septiembre de 2000. PANEL. Ediciones KAIROS – Buenos Aires – Año 2002: 9 – 30. - Ibíd. p. 86